Wilco, rompiendo corazones
Mucho
ha llovido desde la época de Uncle Tupelo pero Jeff Tweedy ha
luchado con sus propios demonios y ahora es un cuarentón que tiene
la vida solucionada y una extraña relación de amor con Barcelona.
Gracias a ello cada equis meses tenemos a sus Wilco por estos lares,
hace nada en el Primavera Sound y ahora en el Gran Teatre del Liceu.
La vida te da sorpresas en el último momento y el concierto sublime
de la banda de Chicago me llegó justamente el mismo día del
concierto en forma de regalo inesperado in extremis. Meses antes las
acreditaciones de prensa se habían asignado y no cabía la
posibilidad de ensanchar más el abanico de invitados pero yo me veía
dos horas antes del concierto en cualquier sitio viendo el show.
Acabé en la fila diecisiete con una visibilidad inmejorable. Gente
había pagado más de cien euros por estar a mi lado. Afortunado es
poco y agradecido hasta la saciedad vi ante mi uno de los mejores
conciertos que recuerdo. El lugar hace mucho pero ante un Liceu
abarrotado solo unos pocos salen victoriosos. Me vino a la cabeza el
concierto de Refused, que consideré el mejor de 2012, me pasó por
la cabeza el cabreo que me lleve el verano pasado con el concierto de
Bon Iver, pero esta vez era definitiva. Siempre he pensado que un
grupo que toca en Bilbao en el Palacio Euskalduna, si al día
siguiente toca en Barcelona merece las paredes de un Liceu o un Palau
de la Música y no la plaza del Poble Espanyol. Consideraciones
personales a parte, allí estaba todo el mundo, los viejos rockeros,
los trabajadores incansable de la mermada industria, los fans
acérrimos de un combo que se hace querer, Wilco en todo su
esplendor.
Si
en el Primavera Sound se marcaron un show de quitarse el sombrero en
la casa de la ópera y de las divinidades ancestrales hicieron un
concierto inmejorable. Recordé la actuación de Radiohead en el
Tívoli de hace quince años. Me he hecho mayor y he entrado
inevitablemente en ese incómodo puente que va desde las juergas en
la Sala Apolo a la calma de un sofá y una buena copa de vino. Wilco
ahora mismo son mis Radiohead de la adolescencia, más cuando su
nuevo redondo 'The Whole Love' es casi americana pasado por el filtro
de la modernidad. Sin complejos, los seis músicos que salieron a
escena son maestros en lo suyo y han perdido el miedo. Terror a
afrontar composiciones nuevas, a arriesgar, a hacer un disco
diferente, a menospreciar el poder de las grandes compañías, ha
demostrar lo indemostrable, a soñar despiertos, a mejorar con los
años como el buen vino. Lo
que pasó el lunes pasado en el Liceu tiene un cariz muy íntimo y no
creo que vuelva a ocurrir.
He visto a Wilco la friolera de 13 veces, y jamás me habían emocionado tanto. Setlist arrollador, formación engrasada con precisión de reloj suizo, momentos calculadamente emocionales alternos con lo justo de tensión y una sonoridad que sólo el Liceu puede ofrecer. Perfecto.
ReplyDeletegracias por el comentario compañero si quieres hacer tu crónica será publicada y bien recibida. ¿cuál es tu nombre?
ReplyDeleteAhora entiendo que todas las cronicas hablen de un llenazo en el Palau, cuando horas antes por la mañana aun quedaban una barbaridad de entradas por vender.
ReplyDeleteWilco puede que sea ahora uno de mis grupos favoritos, pero me niego a pagar cerca de 100€ para poder verles en condiciones.