27 February 2013

THE DOGS D’AMOUR. 26 de febrero de 2013.LA [2] DE APOLO.



Un par de factores que jugaban en contra tan destacables como un Barça-Madrid de fútbol, y que el evento cayera en martes, teniendo en cuenta cómo se las gasta últimamente el respetable en Barcelona, finalmente no fueron impedimento para encontrarnos en la puerta de La [2] de Apolo un cartel súper cutre que avisaba de “Entradas Agotadas”.
De acuerdo que no era un Apolo, pero teniendo en cuenta que The Dogs D’Amour ya no tienen el tirón de antaño, resultó un pequeño triunfo para los fans de la banda que allí nos congregamos. Nostálgicos cuarentones que sacaron del baúl de los recuerdos sus fulares y americanas de pana (alguna de terciopelo también se vio), mucho treintañero fan de la escena británica de los 80, y algún veinteañero despistado, esperábamos con ganas la salida al escenario de la mítica formación original.
Hacía 22 años que no nos visitaban Jo Dog, Bam, Steve James y el excéntrico Tyla, que estuvo viviendo en Barcelona durante algún tiempo. Las expectativas estaban divididas y había un temor a la decepción, pero finalmente resultó ser una estupenda velada de rock n’ roll.


Si bien empezaron muy fríos, abriendo con Last Bandit, Firework Girl y The Kid From Kensington, lo cierto es que a medida que empezaron a sacar artillería pesada en plan Heartbreak o Billy Two Rivers, la cosa se fue caldeando y el público también fue dejándose llevar. El show de hora y media fue de menos a más, con una impresionante recta final. Y es que cuando los perros de Wardour St abren el cofre de los hitazos, eso es un no parar. Volver a recuperar temas como Errol Flynn, Victims of Success o I Don’t Want You To Go fue maravilloso.
La banda demostró estar en buena forma, sonaban bastante sólidos, y aunque la voz de Tyla se percibía bastante acabada (la bajada de tono de los temas fue muy exagerada), verlo sobrio, con aspecto y actitud bastante elegantes fue una alegría. Cómo no, sacó una botella de vino en la última parte del espectáculo.
Los viejos del lugar que disfrutaron de la banda en su apogeo y recordaban alguna actuación de la época comentaban que había sido un concierto aceptable pero criticaban que ya no era lo mismo. Quizás falta de chispa y entusiasmo, un concierto menos etílico, y el obvio paso del tiempo.

Personalmente no pude evitar hacer comparaciones con The Quireboys, otra banda que por estilo, origen, trayectoria y un sinfín de lazos en común encuentro muy próxima a los chicos de Tyla (y que en breves vuelven a visitarnos). No importa las veces que los haya visto, ni las copas que Spike se haya bebido, sus shows nunca fallan y siempre terminan convirtiéndose en una gran fiesta.
La reunión de Dogs D’Amour que presenciamos fue una apuesta por la nostalgia que salió bien. La duda está en si serían capaces de dar al proyecto una continuidad, y si volverían a lograr cautivarnos.

Texto y fotos: Toi Brownstone

1 comment:

  1. Una sorpresa, esta reunión... recuerdo que la anterior, que ni siquiera era una reunión completa, acabó como el rosario de la aurora, que se dice... no soy gran fan de los perros, por desconocimiento, más que nada, sólo tengo (y he escuchado) un disco suyo, el que contiene el tema "Errol Flynn", y sin embargo, supongo que es una banda que se puede disfrutar si te gusta el rock n' roll aunque no conozcas mucho de su trayectoria. Lo que sí tengo es un autógrafo de Tyla... me lo encontré en un concierto de Hellacopters en BCN y tenía mi rotulador y mi libreto de CD, del de los jelacas, claro, y no sé aún por qué, me dió por pedirle un autógrafo... insisto, no soy fan... todavía ignoro por qué lo hice. Pero ahí estaba, teniendo a Tyla plasmando su firma en un libreto de CD de los Hellacopters...

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